“El dinero en efectivo sigue siendo el rey en lo que respecta a la financiación ilícita, y no es probable que eso cambie”, afirma el investigador de Chainalysis Kim Grauer.
El año que viene es probable que los delitos relacionados con las criptomonedas se reduzcan a una parte cada vez menor del sector en general, a medida que las fuerzas de seguridad se aprovechen más de la transparencia que ofrece la tecnología blockchain, afirma Kim Grauer, director de investigación de Chainalysis.
Según un informe del 6 de enero de Chainalysis, el crecimiento del uso legítimo de criptomonedas está “superando con creces el crecimiento del uso delictivo”. La proporción del volumen de transacciones de criptomonedas asociada a la actividad ilícita nunca ha sido tan baja, representando solo el 0.15% del volumen de transacciones en 2021.
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Ella le dijo a Cointelegraph que, salvo cualquier “evento criminal atípico”, esperaba que el crecimiento del uso legítimo de criptomonedas sobre el uso ilegítimo continuara acelerando hasta 2022.
Dijo que las cosas se ven esperanzadoras en el espacio, ya que “la proporción ilícita del volumen de transacciones continúa cayendo” y “la narrativa de que las criptomonedas son principalmente un medio para que los delincuentes realicen transacciones finalmente se está poniendo en la cama.”
“Las fuerzas del orden siguen demostrándoles a los malos actores que la transparencia inherente a las criptomonedas las convierte en un medio indeseable para transferir fondos ilícitos. El dinero en efectivo sigue siendo el rey cuando se trata de finanzas ilícitas, y no es probable que eso cambie.”
Durante 2021, los tirones de alfombra se convirtieron en la estafa elegida por los criptocriminales. Los ingresos por estafa aumentaron un 82% en 2021 hasta alcanzar los USD 7,800 millones, de los cuales más de USD 2,800 millones proceden solo de los rug pulls.
Sin embargo, Grauer dijo que esto no indica necesariamente que los tirones de alfombra seguirán siendo la estafa más prevalente durante 2022. Más bien, es probable que los delincuentes “abusen de las tecnologías más nuevas” como DeFi, los NFT y DAO a medida que el espacio avanza hacia la web3.
“Vimos esto [en 2021] especialmente con DeFi, donde los criminales no solo iban tras las plataformas DeFi para ataques como a través de hacks o tirones de alfombra, sino que comenzaron a usar cada vez más las plataformas DeFi para lavar dinero.”
Además, Grauer sugirió que si bien no esperaba que un potencial mercado bajista de criptomonedas afectara la tasa, o el tipo de criptocrimen, una gran recesión o depresión financiera podría.
“Cuando se consideran los mercados económicos en general -no solo el de criptomonedas- las recesiones y depresiones pueden impulsar un aumento de la actividad criminal”, dijo.
Durante 2021, las agencias policiales de todo el mundo tuvieron muchos éxitos notables. En noviembre de 2021, las Investigaciones Criminales del IRS anunciaron que habían incautado más de USD 3,500 millones en criptomonedas en 2021 en investigaciones no fiscales.
Aunque la proporción fue menor, los delitos basados en criptomonedas en realidad alcanzaron un nuevo máximo histórico en 2021, con direcciones ilícitas que recibieron USD 14,000 millones en transcurso del año, frente a los USD 7,800 millones de 2020, según Chainalysis.
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Author: Keira Wright
